Iguala: ya volverán Ayotzinapa: río de calabacines y tortugas
El crimen
Aprendimos a pronunciar
tu nombre
Ayotzinapa
y ya no era en náhuatl.
Te cambiaron el nombre
Ayotzinapa,
hoy eres región de noche herida
coagulada de espanto,
horrorizada,
aprendimos con miedo
Ayotzinapa
a deletrear la pena de tus campos
que guardan el recuerdo de aquel
sueño
fresco surco de nueva madrugada.
Hoy te cubre la pena y la ceniza,
indeleble dolor música helada
muda entre la orfandad de los cultivos
de la alegre y osada muchachada,
el llanto de las madres que los buscan
entre el rastro del fuego y la metralla
el presagio de muerte que se extiende
en mentira por todos solapada
palabras que se tiran al desgaire
en oscuras promesas disfrazadas.
Aprendimos de Iguala y de Guerrero
de esa tierra sin ojos ni palabras
plagada de mil tumbas
desangrada.
Aprendimos vergüenza entre tu nombre,
dolor en tus montañas horadadas
a la hora fatal de los muchachos,
entre el fuego y la sangre derramada,
cuando nadie de allá los escuchaba,
cuando el grito de muerte que emitieron
en música macabra se acallaba
y el coro con cuarenta y tres puñales
se esparcía en el aire con sus filos
en la noche y la helada madrugada
clamando tristes sin ninguna
ayuda mientras se desgranaba
una a una la injusticia
en las cuarenta y tres
vidas que segaban,
cuando el mundo dormía y descansaba,
y el gobernante que dictó la orden
embriagado de gozo entre los bailes,
con manos asesinas negociaba
las monedas del crimen
que saldaba,
aquella noche se inundó de sangre
y un nuevo párpado de luna se cerraba.
Hoy seremos tu grito
Ayotzinapa,
seremos el perfil de aquellos rostros
que en la infamia las bestias desollaban
seremos el recuerdo, nombre vivo
de los cantos a fuerza silenciados.
Te cambiaron el cauce Ayotzinapa
el río de tortugas se ha quebrado,
se enturbiaron sus aguas con el llanto
de las vidas que fueron mancilladas.
Los calabacines se pudren, en
el huerto
sin las manos que ayer los cultivaban.
Hoy seremos tu voz
Ayotzinapa
el grito de justicia en la garganta
porque en Iguala crecerá otro nombre
y mil nombres más que con voces destacadas
renacerán provocando amaneceres
en un
¡YA VOLVERÁN!
que multiplique
en la vida de miles de estudiantes
que levanten sus puños en el aire
cantándole a la vida
enfrentando valientes la barbarie,
resucitando en frutos y cosechas
que broten y que enseñen
la lección aprendida
que todos sepan, que se enteren
que no podrán otra vez callar impunes
las voces que resuenan
y crecen en todos los oídos
no podrán que se olvide la ignominia
con mentiras con fuego ni con balas.