Tuesday, November 23, 2010

Remedo

Soy remedo
de todas las mujeres
que me antecedieron.
Soy remedo
de todas las que fueron
de las muy buenas,
de las muy malas
de las artistas
de las mucho,
de las nada,
de las poetas
que volaron muy alto
y miraron el mundo
mas allá de las nubes
abrigadoras de brillos,
para no caer enceguecidas
entre la oscuridad
de lo ya visto.
Me he posado
en los mismos lugares
a donde las llevaron
sus zapatos pequeños
que ampollaron sus pasos,
sus zapatos enormes.
los ajustados a su talla;
siguiendo los mismos caminos
y las mismas pasiones,
enamorándome
de los mismos ojos
repetidos hasta la eternidad;
de los duros pechos
y los enormes brazos
que atrapan
y no dejan respirar.
He amado los montes
y las corrientes
de los ríos sagrados
y mancillados
que corren sin saber
a dónde van a parar.
He estado represada
y reventado diques
con la furia
de mis aguas dulces
para buscar la sal del mar.
He llevado en mi vientre
las semillas
y he arrastrado
los muertos
y las piedras
arrojados en mi caudal
¡He sido mujer!
Desgarrado grito dando vida,
gotita
y océano
de lágrima oprimida,
destello de pez
en la profundidad.
Asustadiza niña
que a pesar de los años
aún
no sabe a dónde va.

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