Saturday, November 29, 2014

Ayotzinapa


Iguala: ya volverán
Ayotzinapa: río de calabacines y tortugas



Aprendimos a pronunciar 
tu nuevo nombre 
Ayotzinapa
 y ya no era en náhuatl. 
Te cambiaron el nombre 
Ayotzinapa, 
hoy eres región de noche herida 
coagulada de espanto,
horrorizada,
aprendimos con miedo 
Ayotzinapa 
a deletrear la pena de tus campos 
que guardan el recuerdo de aquel
sueño 
fresco surco de nueva madrugada. 
Hoy te cubre la pena y la ceniza, 
indeleble dolor música helada
muda entre la orfandad de los cultivos
de la alegre y osada muchachada,
el llanto de las madres que los buscan 
entre el rastro del fuego y la mentira 
que se tira al desgaire
y llega de promesas disfrazada.
Aprendimos de Iguala y de Guerrero 
de esa tierra sin ojos ni palabras 
plagada de mil tumbas 
desangrada. 
Aprendimos vergüenza entre tu nombre, 
dolor en tus montañas horadadas 
a la hora fatal de los muchachos, 
entre el fuego y la sangre derramada, 
cuando nadie de allá los escuchaba, 
cuando el grito de muerte se acallaba 
y el coro con cuarenta y tres puñales 
se esparcía en el aire con sus filos
clamando horror y sangre
clavándose corruptas y certeras
entre las vidas que segaban, 
cuando el mundo dormía y descansaba,  
y el gobernante que dictó la orden 
embriagado de gozo entre los bailes, 
negociaba con manos asesinas
las monedas del crimen que saldaba, 
mientras la noche se inundó de sangre
y un nuevo párpado de luna se cerraba.
Hoy seremos tu grito 
Ayotzinapa, 
seremos el perfil de aquellos rostros 
que en la infamia las bestias desollaban 
seremos el recuerdo, nombre vivo 
de las voces a fuerza silenciadas.
Te cambiaron el cauce Ayotzinapa 
el río de tortugas se ha quebrado, 
se enturbiaron sus aguas con el llanto
de las vidas que fueron mancilladas.
Los calabacines se pudren, en
el huerto
sin las manos que ayer los cultivaban.
Hoy seremos tu voz 
Ayotzinapa 
el grito de justicia en la garganta 
pero en Iguala resucitará otro nombre 
en el 
¡YA VOLVERÁN! 
multiplicado 
en la vida de miles de estudiantes 
de voces levantadas,
en miles de cosechas y enseñanzas 
que no podrán callar nunca 
ni el fuego ni las balas.

Wednesday, July 30, 2014

Tierra prometida




La pólvora no llega 
a celebrar el alba, 
la pólvora no llega 
en luces de bengala, 
su reflejo de muerte 
y de noche anunciada,
los enceguece a todos 
quebrando la mirada, 
los niños aterrados 
no alcanzan a esquivarla 
y quedan las esquirlas 
en su piel calcinada. 
Llueven bombas y bombas
en la ciudad sitiada 
llueve fuego en la calle 
y llueve en la ventana, 
la lumbre despedaza 
lo que antes abrigaba 
y la muerte se toma 
lo que ayer fue morada. 
El resplandor retumba, 
los oídos estallan, 
los niños mutilados 
con sus madres se apagan 
y los hombres resisten 
con sus hondas templadas, 
aguardando el milagro 
de la historia sagrada.

Thursday, April 17, 2014

Gabo Siempre

                                                 
Nosotros trashumantes, decidimos que habríamos de encontrarnos entre las mariposas amarillas o flotando entre pétalos interminables, caídos en las tardes de los incendios crepusculares o desandando nuevas y viejas aldeas de barro y cañabrava, o sorprendiéndonos con los esqueletos de los veleros fantasma o de las eternas piraguas cuyo maderamen ya no cruje en el agua, o persiguiendo los hilitos de sangre que nos conducen irremediablemente a las viejas y a las nuevas masacres, que sólo cambian de rótulo el dolor inenarrable y que nos marcan hondo, en esta y en todas las soledades, que no obstante nos dejan un resquicio para que se filtre la luz y para no resignarnos a ser estirpes condenadas a cien años de soledad sino a querer y a exigir una segunda oportunidad sobre la tierra, porque somos soledad compartida y fuerza para reivindicarnos; en las bananeras, en las siderúrgicas, en las canteras, en los prostíbulos y con los trabajadores, con los campesinos, con los viejos, con los niños, con los sindicalistas, con las mujeres, contra los abusos de las abuelas desalmadas y de los matones de toda índole, los de esquina y los de institución. Para tratar de no formar parte de los que presencian los crímenes en silencio, integrándose a la infamia de las guerras fratricidas de las que nadie quiere saber el por qué, pero en las que todos participan y para demostrar que seguiremos amando la magia de las hamacas y de los acordeones y de los pescadores y de las niñas que suben al cielo en cuerpo y alma y de las otras a quienes les crece la rebeldía en el pelo después de muertas; y de los amores después del tiempo en las reposadas aguas que los separan del cólera y de las nenas que dejan su último rastro sobre la nieve y de todo lo que produjo y produzca la pluma de Gabo, ayer hoy y siempre. En México o en la Habana. En Cartagena o en Bogotá, porque Gabo siempre en la literatura, Gabo siempre en nuestros corazones, Gabo siempre en la realidad y en la fantasía, Gabo en la universalidad, Gabo en todas partes, Gabo… Gabo…

La Fiesta de la Friducha

Aniversario

 Un día, otro de tantos, fue una fuga audaz... Cincuenta y dos años no son nada, es posible que sean una vida que se reproduce en cuatro, oc...