Thursday, April 17, 2014

Gabo Siempre

                                                 
Nosotros trashumantes, decidimos que habríamos de encontrarnos entre las mariposas amarillas o flotando entre pétalos interminables, caídos en las tardes de los incendios crepusculares o desandando nuevas y viejas aldeas de barro y cañabrava, o sorprendiéndonos con los esqueletos de los veleros fantasma o de las eternas piraguas cuyo maderamen ya no cruje en el agua, o persiguiendo los hilitos de sangre que nos conducen irremediablemente a las viejas y a las nuevas masacres, que sólo cambian de rótulo el dolor inenarrable y que nos marcan hondo, en esta y en todas las soledades, que no obstante nos dejan un resquicio para que se filtre la luz y para no resignarnos a ser estirpes condenadas a cien años de soledad sino a querer y a exigir una segunda oportunidad sobre la tierra, porque somos soledad compartida y fuerza para reivindicarnos; en las bananeras, en las siderúrgicas, en las canteras, en los prostíbulos y con los trabajadores, con los campesinos, con los viejos, con los niños, con los sindicalistas, con las mujeres, contra los abusos de las abuelas desalmadas y de los matones de toda índole, los de esquina y los de institución. Para tratar de no formar parte de los que presencian los crímenes en silencio, integrándose a la infamia de las guerras fratricidas de las que nadie quiere saber el por qué, pero en las que todos participan y para demostrar que seguiremos amando la magia de las hamacas y de los acordeones y de los pescadores y de las niñas que suben al cielo en cuerpo y alma y de las otras a quienes les crece la rebeldía en el pelo después de muertas; y de los amores después del tiempo en las reposadas aguas que los separan del cólera y de las nenas que dejan su último rastro sobre la nieve y de todo lo que produjo y produzca la pluma de Gabo, ayer hoy y siempre. En México o en la Habana. En Cartagena o en Bogotá, porque Gabo siempre en la literatura, Gabo siempre en nuestros corazones, Gabo siempre en la realidad y en la fantasía, Gabo en la universalidad, Gabo en todas partes, Gabo… Gabo…

La Fiesta de la Friducha

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