Wednesday, July 29, 2020

Samsana

Me pregunto
si mejor
yo hubiera sido
una cucaracha
huyendo por las rendijas
y los desagües,
por las alcantarillas
y los desfiladeros
de la noche subterránea
sin esperar la bota
que me borre
de la faz de la tierra,
ignorando la ignominia
del mundo
soleado y pulcro
de los hombres
que esconden
en bolsas negras
sus desechos,
que tiran la basura
entre los ríos
e inundan los mares
de inmundicia
hasta quebrantar
su grandeza milenaria.

Saturday, July 25, 2020

Bosques sureños

Tal vez 
no es la voz 
de los árboles 
la que susurra
al paso
del camino
sino el lamento 
de los ahorcados 
que sigue 
pendiente 
ahí en el aire
balanceándose 
en los 
abigarrados 
troncos 
y sobrevive
muy adentro 
entre capas
forjadas 
con años 
de silencio
en los bosques 
sureños 
de Georgia o
Carolina 
la que habla.
Es la voz 
de ellos 
en el viento 
que silba, 
son las almas 
olvidadas
cada vez 
que pasa 
jugueteando 
la sombra
en su loca carrera 
hacia la historia 
no narrada
de cientos 
de sogas 
en el cuello. 

Sunday, July 12, 2020

Amor de piedra

Estoy enamorada 
de un ladrillo, 
me gusta la suavidad 
lisa de su cuerpo, 
anaranjado 
el tono de su aliento, 
la solidez y textura 
del filo de su 
cuadrado acento,
me gusta la fuerza 
de sus palabras
la contundencia
perpetua del golpe
de su voz 
y de su efecto 
pero como 
decía la abuela, 
debo cuidarme 
para que ese 
sólido amor 
no me doblegue
ni me pegue 
muy fuerte 
hasta hacerme
perder la cabeza 
y el equilibrio
de mi frágil
silueta.
para que
no me amenace
su estructura
y me vuelva
de piedra.

Tuesday, July 07, 2020

Luto


¿Que por qué
abrigo mi corazón
y mi pena 
entre la ropa negra?
no lo sé, tal vez 
lo hago 
como me enseñaron 
mis mayores,
porque 
toda la vida lo hice igual
y aprendí 
a resguardarme así.
Cuando niña 
miraba a las señoras 
enderezar la vena 
de sus medias,
aquellas trampas
de seda
transparentes 
compradas 
de carrera
para 
la lóbrega ocasión,
recuerdo 
que blanqueaban 
hermosamente 
la línea de las
atrapadas piernas 
si es que acaso 
un punto travieso 
cruzara implacable
y sin freno posible
el aburrimiento 
de la noche
desde el pie hasta 
arriba del muslo 
en un solo y tortuoso 
camino 
que las preocupaba 
más que la situación 
y la incomodidad 
de los tiesos 
cojines de las 
sillas fúnebres.
Lucían para 
estas fechas
pesados 
abrigos y sacones,
plumas en el sombrero 
y velos con
alfileres quietos 
de cabezas de perla
que cubrían
a medias 
la malla
deslizada 
frenre a sus ojos  
tal vez para no
mirar del todo
esa oximorónica 
realidad  
abstracta y tangible
de un cajón adornado 
con incrustaciones
de nácar 
y contenido macabro,
con aroma de flores
vivas que 
parecen muertas, 
con resagos
de algodones 
y formaldehído.  
Murmuraban las viejas 
sotto voce 
cualidades 
defectos y amores
del personaje muerto
al paso
del irritado párpado
lloroso 
del doliente
y luego rezaban 
en el saloncito 
el sonsonete inútil
de la luz perpetua 
para ese
cuerpo inerte 
que lívido y tranquilo 
presidía el momento 
de su despedida,
reposando oloroso
y maquillado 
su postrer 
e inalienable 
soliloquio 
de cirios y de andas 
de llanto y de palabras
que a fin de cuentas
le valen un pepino
como las ropas negras, 
pero yo continúo 
impertérrita
sin respuestas
abrigando con ellas 
mis dolores 
del alma
aliviando mis penas 
y mis culpas
dentro del largo 
luto 
vistiendo
mis simbólicas
e inamovibles
ropas negras.

La Fiesta de la Friducha

Aniversario

 Un día, otro de tantos, fue una fuga audaz... Cincuenta y dos años no son nada, es posible que sean una vida que se reproduce en cuatro, oc...