Sunday, July 31, 2011

Cuento de Noche


Primera Parte
Era impresionante ver reflejado en el espejo amarillento, picado de hongos de vejez, cómo con su propia mano, como un oficio aprendido y sabido desde siempre, se cortaba el cuello con unas tijeras, como si hubiera tomado una tela y desde un extremo la sostuviera para que el filo rodara rasgando sin detenerse, la sangre salía a borbotones y corría por el piso anegándolo todo sin que él intentara un solo movimiento para detenerla, talvez le daba miedo que utilizara las tijeras en su contra y eso le impedía reaccionar.
No había nada qué hacer, cuarenta años de vida compartida manchaban en una interminable corriente que los representaba, las sábanas, las colchas, las almohadas, la lámpara de la mesita de noche, el mueble donde colocaba los libros que leía en las noches en vela y su cuerpo muy blanco y tembloroso que a pesar de todo seguía la tarea que había iniciado.
Las paredes recibían chisguetes que manchaban de rojo la historia y él no había hecho nada para impedirlo o animarlo, sólo atinaba a mirar socarronamente el efecto conseguido con las palabras que pronunció, como solía hacerlo desde la remota época cuando ella le tenía miedo, porque en ese entonces, después de las palabras llegaban los golpes y las escenas de celos y el extraño mundo en el que se vio sumergida de un día para otro, queriendo huir de su mamá que también la golpeaba torpemente.
Todo estaba consumado como en la sentencia del Cesar; alea iacta est, la suerte estaba echada, todo estaba jugado y perdido, hecho, finiquitado, resuelto, sin posibilidades sin retorno.
Los versos y la juventud de ella los unieron, pero ya lo decía el violinista, la gente no es lo que hace, ni se parece a lo que escribe, ni a lo que pinta; ni actúa como lo refleja en el papel o el lienzo o cuando cruza el umbral de su casa. En ese gran maremagnum de frustraciones de amores fallidos, de odios y de intrigas familiares, sociales y accidentales que constituye la vida y en el que cada cual se sumerge y se impregna hasta el alma sin darse cuenta, sin entender cómo; se cuecen por generaciones los mejores monstruos:
Por la madrina bruja, por el padre que se fue, por el que murió, por la tía bondadosa y por la maldita; por la abuela malvada, por la mamá que lo golpeó y lo humilló cuando actuó inocentemente, por los niños que se burlaron de sus gafas, o de su delgadez, o de su nariz; por los adultos que hablaron y que actuaron sin pudor en su presencia, por todo eso que sintió cuando su corazón era una flor sin piel que recibía todos los aires procedentes de todas partes; por todo lo que sabe y por lo que ignora, pero que percibió en cada aliento que le palpitó en la sangre después que lo engendraron, por la espesa masa de sentimientos que no puede discernir y que lo tallan en su más íntimo sentir; lo mismo que a ella. Por el miedo, por la rabia, por las uñas y la crema dental que se comía detrás de las paredes por las monjas por los curas, por los maestros deformes que los persiguieron cobrándoles su defecto, por las culpas que les echaron cuando no sabían defenderse, por toda la carga maldita que se lleva a cuestas, por todos los jorobados y ciegos y malvados, por los hermosos, narcisistas imbéciles; los intocables, los perfectos, los sin mancha, los rectos, los disciplinados, los bellos para concurso de revista estúpida, que los habitan y les retuercen el entendimiento, por todas las injusticias que han padecido y que han presenciado, por los niños sin agua y sin techo, que son expulsados, de los recintos de la televisión donde pretenden distraerse un instante. Por los huesos rotos, por los latigazos por los grandes y los pequeños crímenes que los agobian, por todo eso que va saliendo como en una rueda del infortunio cada vez que se respira. Por las noticias por los torturados, por los quemados con cigarrillo, con gasolina y con ácido por los descuartizados, por los violados y desaparecidos en los caudales de los ríos, hechos trizas y devorados por las aves de rapiña. Por todas las mujeres maltratadas que siguen soportando, engrosando su rencor, para heredarlo por generaciones como un ácido quemante e irremediable que marca a todos los que tienen que subsistir en este inmundo escenario de maldad y mediocridad.
Por aquellos que dizque lo superan y sólo se ven en la tele, los bien portados que sólo existen en la imaginación de los escritores de medio pelo y pelo entero que escriben los libretos y los guiones, exagerando hasta la estupidez para divertir al público mediocre de las telenovelas y las series, mas vendidas.
Por todo eso que ella era y no sabía cómo, por lo que quería ser y qué tampoco sabía cómo conseguir, por lo que quisieron que fuera; por el gusto que le dio a sus enemigos, por el disgusto que le dio a quienes la amaron y dejó plantados, por todos, por los malos y los buenos pasos que dio en el intento que ahora rodaba a chorros, hasta su último estertor cuando se agotaba la sangre y se coagulaba en el piso y ya no había quien la limpiara.
Todos los sueños se escaparon por el enorme agujero y no hubo nadie compartiendo su camino oscuro hacia allá donde todo se difumina en sombra y vómito y se fue quedando tan sola con su dolor, tan sola con su pena, tan sola con su muerte que le tendía la mano huesuda y yerta y se le fueron nublando los ojos y los caminos y no escuchaba la voz que la obligó a renunciar a los afectos, a la felicidad de los instantes y a las montañas verde azuladas que ahora se presentaban nubladas con un frío de noche de ríos desbordados y de derrumbes atroces con mil gritos enredados en la caída de sus enormes faldas sobre todos los que huían apresurados antes de ser aplastados por las piedras y arrastrados por el lodazal interminable...


Midaz 2011

Wednesday, July 27, 2011

Fotografía

Me gusta como acicalas
tu desnudez,
las formas que adivino
entre las sombras,
el ardor que juguetea
escondido más allá
de la fotografía
las partes que nombras
y no nombras.
Imagino el contacto,
la hecatombe
de pieles.
Me gusta la fiereza
de tus palabras breves
el desafío
de los labios
dispuestos
el reto
de cruzarnos
o el de jamás
superar las
expectativas
del encuentro...

Bis


Te amo
lo sabes,
así,
tendido,
endemoniado,
clavando tus dedos
como raíces
en lo profundo del deseo,
tensando la cuerda
hasta que vibra
y deja de vibrar
o hasta que vibra
imperceptible
para los demás
y permanece
sonando en lo más sensible
de mis oídos enfebrecidos,
te amo y me basta
para ser feliz
en el anonimato
o en la desfachatez,
para no querer
más que tu nombre,
tus palabras ocasionales
y tu pasión permanente
en cualquier parte
en cualquier cuerpo
en cualquier playa
con los pasos que llegan
o se marchan,
no importa,
igualmente se borrará
tu paso de aire,
el mar
se llevará la huella
en cada ola
y yo seguiré
la vida
bajo el sol
radiante.

Thursday, July 07, 2011

Nada

Somos un mal daguerrotipo
comido de polilla
sin rasgos que se trague
el tiempo.
Pálidas sombras
de deseos rotos
nada en la nada
de un dolor profundo.
Somos remedos,
malas copias turbias,
aguas oscuras,
gritos en el viento
jirones,
lienzos rotos
papeles desgastados,
malinterpretadas
historias que se olvidan.
Somos
inexistentes
malos sueños
truncos
seguimos siendo
como en un principio
burdo,
arrogantes
sin razón,
nada en la nada
de la nada...
Nada.
.

Wednesday, July 06, 2011

La Fiesta de la Friducha

Aniversario

 Un día, otro de tantos, fue una fuga audaz... Cincuenta y dos años no son nada, es posible que sean una vida que se reproduce en cuatro, oc...