Wednesday, December 29, 2010

Simulacros

I

Esa mujer
me mira en el espejo,
pretende que le crea
cuando dice ser yo
y hace mi gesto.

II

Ella quería ser yo
y yo quería ser ella
nos suplantábamos
siempre en el espejo.

III

Estabas frente a él
fingiendo mi caricia
estabas ya sin él
fingiendo mi tristeza.

Sunday, December 26, 2010

IV

Yo traté de ser yo
pero no pude
quise ser mi retrato
y me suplantaron.
Ahora
me deshago por la vida
fingiendo el simulacro
que huye de sí mismo

acobardado.

Sunday, December 12, 2010

En pira funeraria
mi corazón se agita
condenado a cenizas
que volarán sin rumbo
después que el fuego vivo
relama lo que queda
los restos
los pedazos
después de tu partida.

Friday, December 10, 2010

Todo me duele

Todo me duele,
todo
el fulgor que se apaga
entre
los extraviados
ojos compungidos,
la tarde
que se muere
en el hastío
la sombra irreverente
desdibujando nombres
tan queridos,
el cielo distraído
La noche en que no estás
la oscurecida luna
del olvido
el sonido de ausencia
del llanto
en los rincones
reprimido
las hojas de los árboles
que cubren inclementes
las huellas del camino
la calle del encuentro
los abrazos, la esquina,
la vieja noche
de los rojos vinos.
Todo me duele, todo
el vacío del patio
el canto en el oído
las manos solitarias
sin destino
la historia del amor
las aves sueltas
que vuelan sin cesar
la piel helada sin tu
piel de abrigo
los anchos lechos
del amor mentido

Todo me duele
todo
la fuerza del olvido
la colosal distancia
los eternos instantes
me duele el sinsentido
todo me duele, todo
me duele respirar
me duele el viento
en su pasar
y los sonidos
la arboleda sin ti
los flamboyanes muertos
la casa de las plumas
la playa sin calor
el cielo yerto.
Todo me duele,
todo.
En mi espacio sin ti
me duele el despertar
la simple brisa,
la enorme soledad,
la música y el
verso.
La inmensidad del mar
me duele su gemido
la lluvia en el palmar
el mundo envejecido.
Todo me duele,
todo.

Tuesday, December 07, 2010

Carelibro

En un lugar de la mancha un hombre perdió el seso por dedicarse a leer historias de caballería, el mundo lo conoció con su escuálida figura, su fiel escudero, su amada hermosa y su brioso corcel. Álvaro en cambio, era conocido por su fuerte figura, su sonrisa sardónica y su afán de enseñar, su familia lo tenía en alta estima y era catalogado en general como un buen hombre, dedicado y fiel hasta que un viento huracanado lo obligó a transportar su ínsula a regiones ignotas de milenaria sabiduría, después de haberse deshecho de casi todos los libros y las pertenencias que casi como a don Quijada, lo tenían al borde del colapso por la fragilidad de la madera de su propia biblioteca y de su cordura puesta a prueba por un gorgojo que se instaló en ella con su muela perversa.
A partir de entonces, Álvaro no volvió a ocupar su lecho –salvo para breves menesteres- sino que se acomodó en el espacio vacío de su biblioteca, pretendiendo llenarlo con su cuerpo y con su cara que últimamente se había convertido en angulosa y no por el exceso amoroso de su nueva pareja, sino por un extraño fenómeno que ahora, se la asemejaba a un libro. Extrañas manchas se fueron apoderando de su otrora despejado rostro, no con la candidez del adolescente ingenuo que no se atreve a invitar a la novia por su creciente acné, sino por notorias siluetas de letras que saltaban de un lugar a otro formando las palabras que él estaba pensando en ese momento.
Grave se le puso la situación a Álvaro porque su tarea de educador se le empañaba con esta nueva enfermedad para la que no parecía haber cura. Las alumnas se espantaban con los pensamientos de su maestro reflejados en inglés, en español y en mandarín, que aunque muy pocas entendían, formaban figuritas como extraídas del kamasutra, libro que unos amigos habían comercializado años atrás en una feria del libro en la ciudad del sol, vendiéndolo a cinco dólares después de haberlo comprado en dos en la caseta de la esquina y que él habia agotado en sus noches de insomnio y sequía amorosa. Esta fue una historia que se grabó en el recuerdo de Álvaro por la fuerza de las imágenes que ahora él practicaba con renovada pasión y cuyo recuerdo le estaba acarreando serias consecuencias. La caseta de antaño era compartida con otros amigos que pretendían vender su obra para educar a una comunidad que consumía más arepas de choclo y masas de puerco que libros, y que asistía a la feria, no por el afán de la sabiduría sino por las bolsitas que los diferentes comerciantes ofrecían para llenar con publicidad, periódicos y revistas y que los dejaba a todos frustrados, a los escritores, con unas cervezas de más y con una carga de libros que debían devolver a casa sin el entusiasmo con que los habían cargado en la mañana.
Álvaro se estaba desesperando, recurrió al viejo truco de cubrirse con polvo de arroz que lo protegía por algunas horas pero la fuerza de las letras lo iba desmoronando lentamente hasta desnudar completamente las palabras que a gritos expresaban el pensamiento del maestro que no era del todo académico y que lo ponía las mas de las veces en serios aprietos.
Recurrió a formulas milenarias del oriente y a algunas más recientes de occidente, embadurnó su cara con toda clase de brebajes, con extractos aprendidos en su convivencia con los indios suramericanos y a otros que su fémina le preparaba con gran sapiencia, paciencia y fervor, emanados inclusive de su propio cuerpo, sin resultado alguno, entonces Álvaro recurrió a la literatura que aunque muchos afirmaban no servía para nada, contradecía a otros que aseguraban lo contrario y decían que era la única salvación de la humanidad y se dedicó a pensar cuentos breves y de esta manera ilustró a sus alumnos con las mejores historias de su pueblo y algunas de otros circunvecinos y remotos.
Así aprendieron los muchachos que había aún un lugar donde se amontonaban los leprosos que no eran sólo personajes de la biblia sino seres de carne (algunas veces escasa) y hueso y escucharon canciones y divisaron estrellas y viajaron con la imaginación a través de la cara de este hombre que se había convertido en más que un libro virtual.

Tuesday, November 23, 2010

Remedo

Soy remedo
de todas las mujeres
que me antecedieron.
Soy remedo
de todas las que fueron
de las muy buenas,
de las muy malas
de las artistas
de las mucho,
de las nada,
de las poetas
que volaron muy alto
y miraron el mundo
mas allá de las nubes
abrigadoras de brillos,
para no caer enceguecidas
entre la oscuridad
de lo ya visto.
Me he posado
en los mismos lugares
a donde las llevaron
sus zapatos pequeños
que ampollaron sus pasos,
sus zapatos enormes.
los ajustados a su talla;
siguiendo los mismos caminos
y las mismas pasiones,
enamorándome
de los mismos ojos
repetidos hasta la eternidad;
de los duros pechos
y los enormes brazos
que atrapan
y no dejan respirar.
He amado los montes
y las corrientes
de los ríos sagrados
y mancillados
que corren sin saber
a dónde van a parar.
He estado represada
y reventado diques
con la furia
de mis aguas dulces
para buscar la sal del mar.
He llevado en mi vientre
las semillas
y he arrastrado
los muertos
y las piedras
arrojados en mi caudal
¡He sido mujer!
Desgarrado grito dando vida,
gotita
y océano
de lágrima oprimida,
destello de pez
en la profundidad.
Asustadiza niña
que a pesar de los años
aún
no sabe a dónde va.

Wednesday, October 27, 2010

No pasarán

Homenaje a Miguel Hernández
A los cien años de su nacimiento.





Nos habíamos dicho,



repitiendo lo de siempre:
¡No pasarán!
Habíamos emulado
los gritos y la esperanza
y esperábamos
que no pasaran,
pero pasaron,
nos asesinaron
y siguieron.
Regresaron
y nos siguieron asesinando,
dejaron huérfanos a nuestros hijos,
tomaron nuestras casas,
nuestras tierras,
mataron a nuestros hombres,
ofendieron a nuestras mujeres,
y clavaron la vergüenza,
en los ojos de nuestros ancianos
que murieron de pena.
Pasaron, se quedaron,
permanecen
están ahí mirándonos impávidos
desde su ignominia
y nosotros seguimos creyendo,
resistiendo
y repitiendo a gritos:

NO PASARÁN…

Friday, October 08, 2010

Asco



Todo me produce asco,
la fiesta de la muerte
con los sacos sangrantes
de las noticias.
Las exclamaciones de las beatas
y sus golpes de pecho
frente a los altares dorados,
mientras comulgan con la muerte ajena.

Como si fuera una masa de puerco
o un procesado pegote de pollo
para las mansas greyes,
todo me produce nausea.
La hipocresía de tu roce,
tus libidinosos ojos
en las noches del bar
abigarrado,
con los pechos extravagantes,
las respingadas nalgas alteradas,
los labios y cachetes rellenados
de plástico o de grasa,
el liquido
de las aspirantes a maniquíes.
Las poses erectas de
las que resumen la igualdad
en narices levantadas
¡-la perfección del vacío-!

La publicidad y la bulla
de una sociedad
que recubre su estiércol
con la mascara
que miran y no ven
frente al espejo

Todo me causa asco.
Las pírricas victorias
de los que exhiben
sus trofeos de sangre
derramada.

Los pedazos de hueso,
los muñones
-que publicitan para ganar adeptos-
de los niños y los adultos
masacrados.

Todo me produce nausea
Todo me produce asco
la falsa modestia,
el desprecio disfrazado
en dulzonas palabras adornadas.

La mujer que me habita
en las horas del miedo
la triste sumisión,
tu gesto obsceno
tu falta de palabras.

Vomitando a caudales
y a torrentes
sobre el mundo
inundado
sobre la propia sombra
de la tonta
que canta enamorada,
la que vive de sueños
la que no espera nada:
Yo.

Saturday, September 11, 2010

Burdos fragmentos

Hay amores que quedan
en el aire
entre las construcciones
derrumbados
demolidos de tiempo
y de distancia
de perdidos deseos
y añoranzas
el ayer como el hoy
se va muriendo
fracturándose
en mágicas palabras
y los lobos
aguardan al acecho
para darnos sus
fieras dentelladas

Huye de tus ojos

No porque
no me veas
dejo de estar ahí,
recuerda que
la permanencia
es imperceptible
y yo habito los ojos
que te miran
en el espejo.
Habito
en las paredes
de tu carne
la interminable
mentira
que te cuentas
a diario.

Friday, August 27, 2010

Un poema de Rafik Neme

Mi querida Goliarda: Marta Daza


Hay Algo de Guajira en ti.


Hay algo de guajira en ti,
algún general de los mil días
patea en los genes, el vientre fértil de tu vida.
Algún orate de esos desbraguetado y camaján.
Un antiguo soldado perdido en la ruina inocente
del sueño que pudo ser una patria
que luchó y que no fue
y aun hoy no es.

Y no este estercolero de parias
que nos parió como ciudadanos
sin identidad,
¡¡No este escupitajo de sapos que nos pone
mas bregas en el paladar y el estupor...!!
Hay algo de guajira en ti
tu amanecer de la vida cada día
Ese espejo dulce del campo el mar y el agua...
que baja de la sierra.
Esa lealtad irreductible de ser.
Que vence locuras y mortajas
Hay algo de guajira en ti
esa ventana abierta al sol, al mundo la vida y los abismos.
Hay algo de guajira en ti
sangre, aire, arena y polvo
con todos los olvidos perdidos
sin mas gloria que el amanecer de este recuerdo.
Hay algo de guajira en ti
entre las hebras, el color y la pertenencia
todas las sumas de sus arenas y su sal.

Tuesday, June 15, 2010

British Petroleum Company.





Elegía Marina





Verde mar,
ayer
hundieron
los paquebotes,
naufragaron
las fragatas
y las carabelas,
explotó
la rapiña
de las plataformas
y se engrandeció
la mancha
que te hundirá
en su fango,
bajo un peso inmundo
y asfixiante
aunque se revuelque
tu sueño milenario
en oleaje intenso,
se extenderá
sobre tu espejo
de aguas
viejas
navegando sin manos
y sin piernas
la ceguera brutal
de su extravío.
Infierno espeso
que copará los cauces
lacerando implacable
tus habitantes
empastará
tu cuerpo
con su muerte liquida
pesada irrevocable,
prepotente veneno
que le habrá ganado
la batalla
a tu cabellera de algas
y a tus peces azules
y ensuciará
tu sangre de corales
y transformará tu sal
en maleficio indolente
contra los manglares
y atrapará la arena
en un dolor
absoluto irremediable
los pescadores de Luisiana
se morirán de hambre
y el Mississippi
en su caudal
de alcantarilla gigante
cargará los cadáveres
contaminantes
desde un golfo de sed
inaguantable.
Como en todos los crímenes:
¡Muerte! ha gritado
la voz de los cobardes
.

Saturday, May 29, 2010

Tambien se muere el mar...

Pensábamos
que el mar
era invencible,
que tragaba,
transatlánticos,
barcos y veleros
y que nada ni nadie
lo derrotaría,
hoy vemos
cómo le han abierto
una herida
en su más profunda
entraña,
lo vemos retorcerse
vomitando veneno
que nos tira
hacia las playas
más queridas
sin que podamos
hacer nada diferente
a verlo morirse
en sus contorsiones,
escupiendo
delfines y ballenas.

Thursday, May 13, 2010

Aparecen las ametralladoras
rompiendo la armonía
del color azul
de la luz que se paseaba
por la tarde
Aparecen las salpicaduras
en el pavimento
y en la ventana,
los huecos
por donde huye la vida
y los sentimientos.
Lo rojo donde se quedan
los amores
y se filtran los sueños
entre los poros del cemento.

Saturday, May 08, 2010

La escritura es un milagro provocado

Sergio Ramírez: “La escritura es un milagro provocado”
By mediaIslaPublished: May 8, 2010
Por
Martha Daza
Desconfío de toda ideología que ofrece la felicidad en la tierra con solo cerrar los ojos y dejarse llevar. Toda ideología a la que uno termina entregando el derecho de pensar por sí mismo, que niega la diversidad, es perversa…

El nombre de Sergio Ramírez está ligado irremediablemente a nuestra historia política latinoamericana, no obstante lo cual él no parece interesado directamente en los procesos en que se ha transformado lo que, en su momento, fue una lucha de esperanza y progreso para un pueblo oprimido por los dueños del poder que tanto daño hicieron en nuestro continente en las pasadas décadas.

Su manera de enfrentar el mundo es a través de la literatura y a través de ella cierra etapas, como en Adiós Muchachos. Relata, como él mismo lo dice, lo oscuro del poder como en Sombras nada más, se acerca al tenebroso mundo del narcotráfico —El cielo llora por mí— o sencillamente plasma vivencias propias y ajenas o reinventa la historia en un cierto número de páginas para que nada de lo vivido intensamente se quede sin salir a la luz.

—Sergio, tú siempre has sido un hombre de letras antes y después de la política, ¿tiene que ver la sensibilidad poética con la ideología, te volcó ésta al proceso revolucionario que viviste?

—Hay una sensibilidad para ver la realidad y creo que corresponde por igual a la literatura que a la política. A los 17 años, cuando desperté a la realidad de mi país, quería cambiarlo todo, y para eso se necesita sensibilidad, lo mismo que se necesita sensibilidad para la obra de imaginación, algo que despertó también en mí al mismo tiempo. Pero quizás se trata de diferentes facetas de la sensibilidad, sin que ésta deje de ser una misma. No creo que sin esa sensibilidad hubiera sido capaz de entrar en la revolución. Y me quedé con ella cuando aquella empresa terminó.

—¿Cómo regresaste a las letras, el Adiós muchachos, fue una despedida irrevocable e implica que jamás volverías a la política?

—Creo que salí de la política a su debido tiempo. La revolución había llegado a su fin, intenté ayudar a crear una perspectiva distinta para el sandinismo después de la derrota de 1990, y después de eso, que significó una dura lucha con muchos de mis mismos compañeros, sentí que mi papel en la política había llegado a su fin y que debía regresar a la literatura a la que siempre había pertenecido, y que es algo sin plazos y a lo que no se renuncia. Uno sigue siendo escritor hasta la muerte.

—En tu última novela, abordas el narcotráfico como un tema de actualidad, aunque en Nicaragua aparece como una novedad, sin toda la sevicia página por página que aparece en otras novelas publicadas con el mismo tema, ¿qué piensas tú de la oleada de novelas que invade el mercado y que tienen tanto éxito, que se convierten en series a pesar de no tener un valor literario en sí? ¿Se está explotando el morbo de la violencia?

—Eso ha ocurrido siempre en la literatura tanto con la violencia como con el sexo. Por cada novela del siglo diecinueve que recordamos, o de cada década, hay centenares que tuvieron su día de fama y luego cayeron en el olvido porque no eran verdaderamente literatura, sino que tocaban las claves del mercado, lo que yo llamaría una literatura populista. Uno siempre debe aspirar a la trascendencia, que la novela que uno escribe pueda ser recordada, cualquiera que sea su tema. Se tiene una idea bastante ligera de la novela policíaca, como si fuera siempre un bien perecedero, y no es así. La novela negra también tiene sus clásicos.

—Tú que estuviste en el poder, ¿cómo lo interpretas?

—El poder es un juego de espejos, que exhibe, como ningún otro género, la condición humana. Prefiero hablar del poder como género, porque me acerca a la literatura, que es para lo que finalmente sirve. Mi experiencia de poder se ha quedado en literaria, y es un depósito subterráneo al que bajo siempre a rastrear personajes, argumentos, situaciones.

—Te gusta que la ficción parezca realidad, ¿escribirías novela histórica?

—No me gusta la novela histórica, si la vemos como novela de grandes personajes, o de epopeyas. Me gusta recurrir a la historia en busca de los rincones oscuros y de los pequeños personajes secundarios, y me gusta ver la historia como una gran trampa en la que tantos caen aún contra su propio gusto. Quedar en la historia es como quedar pegado en un papel matamoscas.

—Sergio Ramírez mezcla en el texto la ficción con la realidad, en El cielo llora por mí, por ejemplo menciona al cardenal con nombre propio, ¿Lo haces para darle más realismo a la trama? ¿No tienes problemas con este tema? lo digo porque ya en Miami durante una presentación en la Feria del Libro, se te aparecieron dos personajes que, dicho sea de paso, no estaban muy complacidos de aparecer en tus novelas —una dijo ser la hermana del personaje central, el asesino—, llegando hasta el grado de agredir a un participante que agradeció tu presencia en el recinto. ¿Te ha pasado eso en alguna otra ocasión, que la gente se vea reflejada en la obra y se alegre o se enfade por ello?

—Sé que los personajes con nombres verdaderos sólo son útiles a un primer círculo de lectores, los del propio país, que leen una novela bajo color local. Pero yo pongo los verdaderos nombres como una especie de gusto, o de vicio personal, o de miedo de alejarme de la realidad, y en lugar de quedarme en el terreno de la imaginación, entrar en el de la fantasía, que es diferente. Ya ves eso que pasó en la Feria del Libro de Miami, de pronto me sentía asaltado por mis propios personajes, pero me gusta correr los riesgos que trae consigo hacer chocar la realidad con la ficción, sobre todo cuando mucho de lo que escribo sale de las situaciones de la propia realidad pública, o de la privada, y de lo que ella me dicta. Uno vive entre historias verídicas que es necesario transformar en piezas narrativas, pero lo que esas historias tienen de asombroso ya está allí.

—Desde muy niño tuviste la posibilidad del cine y eso te enseñó a narrar, crees que existe una vocación, crees que son las circunstancias las que marcan al autor, o que como dice alguien, a un buen escritor lo buscan los temas, ¿Cómo seleccionas tus temas?

—Los temas vienen a mí. Cada vez que abro el periódico por las mañanas, se que en algún rincón de la página de sucesos policiales me puede estar esperando una historia. Por eso es que hay que leer el periódico con unas tijeras al lado. O al entrar en un restaurante y al sentarme a la mesa, saber que la pareja de la mesa vecina puede estar hablando algo que como novelista me interesa. Un escritor es siempre un voyeur, pero uno tiene que tener la capacidad de entender la textura de la historia, saber que puede servir, que tiene esas calidad singulares que uno busca en ellas.

—Hablaste de tu próxima novela que será a tres voces femeninas y el proceso que has seguido para que los diálogos sean creíbles, ¿nos puedes contar acerca de eso?

—Bueno, ese es un asunto que tiene que ver con los instrumentos de que uno se arma para el proceso de la escritura. Cuando uno le da voz a un personaje, sobre todo si el personaje habla en primera persona, esa voz debe tener una textura particular que el lector pueda distinguir siempre. Aquí, en esa novela que se llamará La Prisionera, hay tres mujeres, ya muy ancianas, contando una misma historia acerca de un solo personaje, otra mujer ya muerta, desde sus propios ángulos y desde sus propias voces. Si no consigo que cada una de ellas hable de manera distinta, con su propia marca, todo el trabajo está perdido. No hay que olvidar entonces que la escritura es un asunto de lenguaje.

—Cuando se ha sido poeta como tú ¿Crees que es inevitable la poesía en la prosa?

—La poesía es inevitable en la sustancia de la prosa. Y es más. Creo que alguien que no se ha pasado la vida leyendo poesía, difícilmente puede encontrar las claves de la prosa, que necesita de ritmos, y de una música invisible. Cada vez que voy a empezar una novela me pongo a releer a los poetas que siempre me han acompañado, Baudelaire, Darío, Kavafis, Vallejo, T.S. Elliot.

—¿Crees que una ventaja de la literatura es recrear seres y situaciones reales, que parecen de ficción para adjudicarles las culpas y errores que cometen en su quehacer cotidiano, sin temor a represalias? En El cielo llora por mí, denuncias la incipiente corrupción de la policía cuando entrega sólo cincuenta de los cien mil dólares encontrados en un operativo. Digo incipiente porque en otras partes, no hubieran entregado ni un centavo. También mencionas el niño que entra a robar en la suntuosa casa construida por una familia “destacada” con la ayuda recibida cuando el huracán Mitch, supongo que los nicaragüenses identificarán a estos personajes sin mucho esfuerzo. ¿Eso te crea problemas?

Nicaragua es una novela infinita, cada día se agrega un capítulo. Los personajes están por doquier, no hay más que atraparlos con la mano. Pero no es suficiente que los reconozcan en Nicaragua, sino que también los reconozcan en otros países, porque la fauna es común a América Latina, y los que se construyen mansiones con fondos públicos, o de la ayuda internacional para las catástrofes, abundan en nuestras tierras.

—Crees en el fin de las ideologías. ¿Son las ideologías las que han perjudicado el progreso de la humanidad, las que han justificado lo injustificable. ¿Definen las ideologías el curso de la historia? ¿Crees que se podría hacer una revolución sin ideologías?

—Hay ideologías intrínsecamente perversas, y otras que se vuelven perversas cuando son puestas en acción. Ahora desconfío de toda ideología que ofrece la felicidad en la tierra con solo cerrar los ojos y dejarse llevar. Toda ideología a la que uno termina entregando el derecho de pensar por sí mismo, que niega la diversidad, es perversa, y si una revolución se hace en base a una ideología que niega a los demás el derecho de pensar, y el derecho a la crítica, será una revolución perversa.

—Una persona con la autoridad moral que le da el hecho de haber estado en la cumbre del poder sin haberse engolosinado con él y haber retornado a la literatura, ¿cómo ve el hecho de los cambios constitucionales en distintos países como Colombia, para perpetuarse sin pudor en el poder?

—La Corte Suprema de Justicia tuvo la sabiduría de negar al presidente Uribe una nueva reelección. Fue un gran paso para Colombia.

—¿Usas la literatura como una forma de disidencia?

—El escritor tiene que ser disidente por naturaleza. Un escritor fiel a un credo oficial, o a un pensamiento único, no puede participar de esa aventura diversa, contradictoria, que es la escritura de una novela, en la que nunca quien la escribe puede tomar partido, ya no digamos asumir una posición ideológica.

—¿Cuáles son los elementos —además de lo telúrico— que destacan la literatura nicaragüense y la identifican, si es que hay esos elementos? ¿Existe un elemento aparte del geográfico por medio del cual se exprese la literatura nicaragüense?

Como todas las literaturas latinoamericanas, la identidad de la literatura nicaragüense se encuentra en el habla. Es el lenguaje lo que define una literatura, más que lo telúrico, porque si lo telúrico no se puede expresar en palabras, no puede entrar con eficacia en la novela, así como tampoco podría entrar la historia.

Dice Pérez Reverte que escribir es un trabajo o un don divino, otros opinan que es un arte, además que el arte es una realidad por encima del tiempo ¿qué piensas tu de eso? ¿Crees que escribir es un arte?

—Un don divino que no puede bajar sobre la cabeza del escritor sin el uso de los procedimientos debidos, que empiezan por sentarse a escribir con disciplina de mecanógrafo. Hay que saber atrapar la gracia. La escritura es una milagro provocado.

—Me parece que no existe en realidad una ruptura entre la revolución y tus textos, el lenguaje, los personajes, la mística revolucionaria inclusive, se aparece como una constante, por ejemplo en el Inspector Morales o en Doña Sofía, o en la monja. ¿Es ese lenguaje parte de un proceso natural en los escritores de Nicaragua o es un proceso tuyo como miembro activo y destacado que fuiste de la revolución?

—La revolución es para mí una experiencia vital, que me acompaña en la escritura en todos sus intríngulis humanos, en la complejidad de los personajes con los que conviví, de las situaciones de las que fui testigo. Recurro a ese entramado de experiencias cuando tengo necesidad de ellas, son parte del cúmulo de recuerdos de mi vida, y me siento a gusto evocándolos.

—Me quedó grabada una imagen de tu charla en Books & Books, aquella de no cerrar tu ventana a la luz, hablando de las publicaciones por Internet, ¿o sea que no te niegas a la tecnología de los libros virtuales, háblanos un poco de ese tema?

—Yo soy un escritor que no tiene la más mínima influencia en determinar cómo serán los libros de mañana. No tengo poder para decidir si mis libros se leerán en papel o en una pantalla electrónica, de modo que seguiré escribiendo libros de cualquier manera que vayan a publicarse. Si me preguntas mi opinión, prefiero los libros de papel, y quisiera que existiera una larga convivencia entre los libros de papel, y los inevitables libros electrónicos. Pero tampoco me asusta la tecnología digital, ni la rechazo: escribo en una computadora desde los años ochenta, cuando empezaban a salir las computadoras personales, y me he beneficiado mucho de su uso.En mi carrera de escritor ha sido un invento trascendental.
[Martha Daza, colombiana,
autora de Cuento- poema de la permanencia, 2007]

Friday, April 16, 2010

Sentencia

Nos preparábamos
para el acontecimiento
como para un velorio
y manteníamos el alma lisa,
aguardando la orden final.
Ahora le había tomado
un inmenso amor al alma,
desde cuando me enteré
que la desprestigiaron
los románticos,
me gustaba acariciarla
y adornarle el cuello
con corazones rojos
y seguir gastándola
utilizándola en lo bueno
y en lo malo,
conceptos que nadie
podía definir
porque para todos
eran diferentes.
Tan sólo criterios
estropeados por el uso,
todo se daña con el uso
y las palabras,
aunque broten distinto
en cada garganta
no son la excepción.
Me siguen gustando
las cosas así
y pasar mis manos
que ruedan
acariciando el papel,
desteñidas por el uso,
mientras aguardo la orden.
Esa que dictará
un extraño banquero
con su traje oscuro
y su corbata escogida
para que coincida
con el color de lo demás,
o talvez no.
Ha debido ser
una noche de insomnio
como las anteriores
o de pesadillas
donde los personajes
de obras maestras
me torturen
poniéndome a flotar
en la soga de un columpio
descontrolado
que me romperá la cabeza
estrellándola
contra las paredes.
Pero no,
fue una noche, otra noche.
Cada día trae su afán,
decía la abuela
muerta hace muchos años,
cada noche es igual
pero diferente.
Comienza a colarse
por los resquicios
de las ventanas
desapareciendo los objetos
hasta que nos obliga
a encender una luz
o una luna
que nos enseñe
nuestras gastadas palabras,
nuestros gastados rostros
y nuestros gastados miedos
que circulan desaforados
entre los intestinos
y nos obligue a manifestar
nuestra gastada angustia.
No me prohíbas nada,
no me amarres
que odiaré los nudos
que me impongas
aunque los desate
rompiéndome
y ensangrentando
la yema de los dedos.
No pronuncies palabras mediocres
que me agredan en la soledad
y entre la multitud,
que me acorralen
más allá de la loca racionalidad.
Espero la orden
y el desalojo ha comenzado ya,
el desmoronamiento se produjo
en cada uno de los esfuerzos
de la respiración
que evité contener para no morir.
¡Habla!
No, mejor no lo hagas
que ya lo sé
desde antes de los siglos,
conozco tus palabras,
son las mismas,
provienen desde la fuerza
y el sonido
de las gargantas de piedra
que en su desgaste
las han dejado escapar
para quebrantarnos
y dejarnos heridos,
tendidos en el suelo
sin conocer la sentencia.

Wednesday, April 07, 2010


Estas sucesivas
muertes
que nos llegan
de pronto
sin anunciarse
y derribando
puertas
arrasan
sin distingo
castigan
desbaratan
y borran
los cimientos
campean en nuestro
suelo
fustigan
tierra adentro.
Estas sucesivas
muertes
que nos llegan
de pronto
y sin remedio
tomando los
dominios
de la carne
y el sueño
desbaratando
borrando
lo que fue,
destruyendo
apagando
inclementes
los vestigios
de luz
acallando
las voces
que se apagan
en oídos
lejanos
dando paso
al silencio total
callando el verbo.

II

Este enorme
dolor
me pertenece
dolor de muchas
tumbas
dolor
de muchas muertes
ajenas, mías
muertes
soledades de frio
quebranto
en las rodillas
sucesivas ausencias
que se extienden
desde siempre
y por siempre.

Monday, April 05, 2010

Amo la ruta
que me llevó
a tu encuentro,
los hechos
que
uno a uno
se confabularon
para que yo
caminara
hasta
tu cuerpo

Monday, March 29, 2010

Así

Yo soy así,
oscura,
clara,
frágil y fuerte
humilde y fiera,
soy así
como el agua,
como el fuego,
soy luz y sombra,
asciendo y desciendo
canto y lloro
amo,
sigo amando
sin objeciones
me hundo en ti,
me regocijo,
soy
manantial
interno,
mi cuerpo
es vida en mis adentros
calma y fuerza,
tristeza,
horas sin luz
noche estrellada,
explosión
en el vientre,
vida
tibia
rodando por las piernas,
peso que se libera
en agua
derramada
entre las piedras

Monday, March 08, 2010

El dia internacional de la mujer


Yo no soy la mujer celebrada en champaña y pétalos de rosa, soy aquella mujer de los otros, los demás días, la que trabaja aunque parezca que duerme, la que sufre con su cara compuesta, la que padece detrás de la sonrisa, la que necesita arreglárselas para cubrir la soledad que la quiebra, la que disimula los errores ajenos para que nadie se sienta mal, la que acomoda las cargas para que el peso no recaiga sobre otros, sino que se logre acomodar en su propia espalda sin partirla. Soy esa aunque proteste y vista máscara de dureza, soy la que transita por el amor y se lo guarda, la que agota las lágrimas para que nadie note que aún llora, soy la soñadora que vive en las nubes para sobreaguar y no hundirse cuando todo la tira desde abajo, soy una mujer común y corriente.
La que enfrenta la vida sin el maquillaje que oculta las arrugas forjadas en el silencio y la resistencia, la que camina por ahí con una soga al cuello con la mayor naturalidad, la que forcejea contra el viento sin añorar la gloria ni los titulares, la que a pesar de todo aún cree en el instante de la felicidad que puede atravesarse en una tarde cualquiera, la que busca ese destello azul en una pupila y ese refugio tibio en unos brazos de mar, para liberarse por fin de tanta espera, yo soy así...
Soy simplemente una mujer.

Saturday, February 27, 2010

Mi color

La mujer es del color
del grito que la parte en dos.
René Rodríguez Soriano.



Soy el incoloro grito
que me parte en mil pedazos
en la noche del olvido,
la sombra que se esconde
en cada despertar,
el sigilo sin nombre
que oculta tu mano de mi roce,
la fragmentada fuente
que destila su sed
en el desierto de la ausencia.
Labios mudos que se distraen
en otros cuerpos,
ajeno susurro
de palabras impronunciadas
en los oscuros abismos
del abandono
cachivache tirado contra la pared
taburete olvidado
en el sueño de los muertos.

Monday, January 25, 2010

Te amo

Lo sabes,
así,
tendido,
endemoniado,
clavando tus dedos
como raíces
en lo profundo del deseo,
tensando la cuerda
hasta que deja de vibrar
o hasta que vibra imperceptible
para los demás
y permanece
sonando en lo más sensible
de mis oídos enfebrecidos,
te amo y me basta
para ser feliz
en el anonimato,
para no querer
más que tu nombre,
tus palabras ocasionales
y tu pasión permanente
en cualquier parte
en cualquier cuerpo
en cualquier playa
con los pasos que llegan
o se marchan
no importa,
igual
tu paso de aire
se llevará la huella
en cada ola
y yo seguiré
la vida
bajo el sol
radiante.

La Fiesta de la Friducha

Aniversario

 Un día, otro de tantos, fue una fuga audaz... Cincuenta y dos años no son nada, es posible que sean una vida que se reproduce en cuatro, oc...