Monday, April 15, 2019

Despedida

(octubre 8 2015)

Tiempo atrás
nos despedimos
sin presentimiento
nos fuimos yendo
sin saberlo
en una marcha muda
de adioses sin palabras
sin abrazos
sin mencionar
el derrumbe
que produjo en el alma
la distancia,
sin que se notara
la desventura
en las palabras.
Eso fue todo,
se nos fue la vida
no valió la coraza,
adentro el mundo
estaba roto
caído en mil pedazos,
fuimos paredes de una guerra
que se desmoronaban,
nos cayeron las bombas
en la frente,
y nos llovió el fuego
en la pisada
Nos fuimos
despidiendo
lentamente
llorando
cada silencio,
muriendo sin saberlo
con heridas calladas
que ninguna curaba.
Éramos poco
o casi nada,
los ídolos
caídos en el barro
de la desgracia muda,
emperadores sin pies
caminando en las brasas
dejando nuestra sangre
en el fracaso de la nada
en la infranqueable
distancia
de las almas.
Pataleamos, no obstante
sin rumbo y sin presente
sin recoger
-como el agua del piso-
pedazos ni palabras
nos habíamos despedido
lentamente
lo hicimos sin saberlo
en cada dolor
en cada madrugada
de olvido irreparable
pero eso no importaba,
sabíamos que estábamos
ligadas por la sangre
por cada palpitar
de vida
en las entrañas
Éramos una sola pena
que se lleva en la frente
un idéntico marco
definiendo los rostros
un solo gesto
en la inflexible mirada
y sobre el mismo pecho
de la muerte
abandonadas quedaron
junto a todos los sueños
nuestras manos cruzadas.


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