Mientras suenan sirenas
en las calles
y el resplandor
de muerte las invade
mientras caen
los hombres y los niños
y los gritos estallan
en las gargantas
de las madres
los gobernantes
brindan en sus copas
rebosantes de sangre.
Midaz.
Pasaba entre su abrigo gris, ese donde siempre habitaba, lo hacía frente a la casa por la misma calle de las protestas y las carreras de l...
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