Conociendo a Francia
Por Martha Daza
Primero me llamó la atención su lenguaje inclusivo y me perturbó un poco, luego la oí agradecer el lugar que obtuvo en la votación y me conmovió el tema del rescate de la dignidad que mencionó en su discurso, poco a poco he ido siguiendo sus intervenciones y sus entrevistas que doblegan cualquier prejuicio de la tendenciosa prensa que intenta ofenderla y menospreciarla, no solo a ella sino a los grupos que representa.
He de confesar que estoy completamente emocionada con ella.
Llegan a las redes los comentarios que inspira la vulgaridad, el racismo y sobre todo la ignorancia y aquí evoco a Umberto Eco que no las alababa mucho por dar voz a la estupidez de unos cuantos. Critican el color de su piel y sus orígenes que son justamente los que la hacen grande.
Entendí a través de su palabra, que el compromiso de Francia Márquez frente a las clases ignoradas no comienza con su nombramiento como vicepresidenta en la fórmula que comparte con Gustavo Petro. No, Francia Márquez nació para liderar y poner de manifiesto la injusticia social del país donde ella ha sido víctima preferencial por su manera de pensar y por su intención de cambio en las añejas políticas que hoy tiemblan ante semejante presencia.
Ella ha padecido atentados por su lucha ambientalista y por tratar de conseguir respeto hacia la mujer, hacia las comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas que en Colombia, la llamada ‘gente de bien’ y el establecimiento desprecian e ignoran y han mantenido en el olvido y la miseria.
Ella, desde niña ha luchado por poner a todas estas personas maltratadas en un lugar donde se respeten sus derechos y se modifique el sistema agresivo e ignominioso con que han sido tratadas a través de los siglos. Ahí cobra presencia su lenguaje.
Francia Márquez es una mujer educada, pausada, ecuánime que hace fuerza en el hablar cuando menciona sus propósitos y su forma de lucha que es enorme y que muy poco se había visto en ninguna otra representante del país.
Admiro la dignidad, la fuerza y la contundente palabra de esta aguerrida mujer que hoy aspira a la vicepresidencia de un país que mucho tiene que aprender de ella.