Monday, September 18, 2006

Juan Rulfo

JUAN RULFO


Quizás todos somos habitantes de Comala o de Luvina y deambulamos tristes por la bruma espesa del recuerdo que a veces nos da espacio para dejarnos sentir la vida o la muerte. Quizás estamos movidos por el viento que nos arranca de raíz o nos planta para mostrarnos lo que lleva entre su canto, mientras espanta el sol o simplemente mientras nos enseña su queja larga y tenebrosa con historias de los que han sido y de los que serán. Sueños de amor y de pena irrepetibles que habitan en su ruido perpetuo.

Todos vivimos ahí donde el tiempo se amontona, donde buscamos incansablemente el camino al padre, al amigo, a la madre o a los hermanos en una permanente angustia de sabernos vivos o por lo menos, de sentir que alguna vez lo estuvimos.

La universalidad de Rulfo es la tristeza, las almas vagando, los soldados quemando el llano, (antes a mano, ahora con napalm y computadoras) y matando sin molestarse en mirar al oponente. Su universalidad es el interrogante, los ecos de las voces de siempre; la nostalgia, esa vida que nos bebemos a sorbos en los suspiros.

Quizás todos somos muertos huyéndole a la muerte o vivos jugándole a la vida, escuchando los murmullos del pasado que es el presente, siempre caminando con la esperanza de una respuesta a tanto interrogante…


Midaz.


09/09/06

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