Eso serás en mi abandono, me dijo;
el recuerdo de un rostro que sonreía,
el vuelo fugaz de un ave asustada en medio de la plaza
un grito en medio de la nada
una caricia al desgaire
un pálido sol que ya no alumbra
la pertinaz serenata de la lluvia golpeando en la ventana
No serás nada y serás todo
porque el recuerdo vendrá atropelladamente
o en tenues imágenes que se te colarán en el sueño.
Serás grandiosa y leve
cuando los acontecimientos se desbarranquen
como el camión de la memoria
donde sólo persiste el grito que se pierde
al dirigirse al abismo.
Eso serás, un túmulo en la sombra
recibiendo escasos destellos en cada amanecer.
Un hueco negro sin estrellas
donde perecerán las alegrías y las tristezas.
Un punto brillante en la oscuridad de los ojos
que no quisieron mirarte.
Serás la mujer que espera, la hembra que aguarda
sin sosiego a su macho que corretea por los bares
y que traerá la cicuta de la desventura.
No serás nada, sólo un retazo
en el pequeño abrazo de un niño
que al final de la infancia te olvidará,
una flor misteriosa que mata su capullo
en el ensombrecimiento de la tarde.
Pétalos pisoteados en las fariseicas ceremonias
de los que no saben vivir.
Serás olvido en los ojos extraviados de los ancianos
que no recuerdan su nombre ni sus hijos
Tabla en el mar que jamás alcanzará la orilla
porque se quedará perdida en el centro de sí misma
dilucidando amaneceres.
Serás costra en los árboles y hojas muertas
que el otoño arrastra como cometas en el aire
marcando el curso de sus colores desteñidos.
Serás esfuerzo por sobrevivivir
en un mundo que no te corresponde junto a marionetas
que actúan acorde al titiritero que también tendrá
mal de amores y de olvido,
que también tendrá mal de vida y de muerte
entre sus manos hábiles.
Serás lo que no quieras o lo que las imposiciones te dicten
desde afuera.
Serás silencio, nube mortal posada para siempre
sobre la cabeza de los ahogados de la tierra.
Serás fuego purificador que destruye lo que toca
serás sonido estridente en los oídos
de los que aún pueden escuchar.
Polvo de hueso que alimenta las amapolas que adormecerán al mundo.
ramita de olivo en los picos de las aves de la alborada,
serás carroña infame en las garras de los depredadores.
No serás nada
inmundicia y gloria, amor y sueño, triunfo y dificultades.
Serás lumbre y frío en el adormecimiento de los cuerpos torturados
sangre fresca que moja los campos de los mutilados,
grito enfurecedor de los niños asesinados
y de los hombres que dictan las órdenes
y de los que mueren sin explicación.
Serás olvido e indiferencia entre los que ejecutan las leyes
No serás nada y lo serás todo, en las oficinas, en los burdeles,
en las tabernas entre las etiquetas del alcohol
Entre las tetas prefabricadas de las nuevas muñecas hechas a escala
de lo que creen la belleza.
Serás silicona en las nalgas, acrílico en las uñas
y sombras ficticias en las miradas de las mariposas
que por las noches buscan un compañero
igual de falso, que las levante del bar por quince minutos
para salvar el día.
No serás nada, ni plenitud ni ocio, ni ensueño.
No serás, no vivirás, no existirás ni en las estadísticas,
ni en los noticieros, ni en las oscuras salas de los cines
que fabrican figuras a la medida del deleite de los necios
No estarás en ninguna parte porque lo único que te quedaba
se te quedó en el lecho cuando querías amar a un hombre que se burlaba de tí
Porque lo poco que sentiste se te coló por las alcantarillas
en trozos de peluches trasnochados.
No estarás en las alas que levantan el vuelo
hacia el horizonte de horizontes.
Beberás gota a gota la cicuta en los labios que mienten.
Perecerás en la creencia de poseerlo todo
con la certeza en el corazón que no tienes nada
porque ni la piel que te viste te responderá cuando la necesites.
Ni los que has amado te buscarán para tirar una rosa sobre tu tumba.
Eres polvo en el polvo, oscuridad en la noche
falta de sueño en el insomnio y decrepitud en el asco de tu nombre.
No eres nada ni quedarás tatuada en la memoria de nadie
porque cuando descienda la sombra sobre todos
y se arremolinen las construcciones de cemento y de espejo
y el cataclismo no permita un parpadeo, todo lo que estuvo en pie
y el hambre y la miseria y la ostentación y la desesperanza
serán una sola masa informe rumbo al destino de las estrellas
y de los planetas desaparecidos en la inmensidad de lo desconocido.
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