Cansada de pedir perdón por estar viva,
aburrida de las explicaciones por mis actos,
desesperada por no poder vivir a mi antojo,
decidí morir de muerte imaginaria,
de muerte donde todo da lo mismo,
de muerte sin respeto por los vivos
(aquellas marionetas con nombres que no nombran,
movidas por los hilos de las imposiciones)
de muerte que no mira y que no escucha
y que no dice nada.
De muerte en la que no siento
lástima, ni asco por mí misma...
No comments:
Post a Comment